Hoy se inicia un nuevo viaje, queridas y queridos compañeros. Tendrán más tiempo para ser ustedes mismos, para darse a la familia con mayor profusión, para recorrer senderos inexplorados, para paladear el futuro y saborear los dulces recuerdos del pasado.

Al principio sentirán que están simplemente de vacaciones. Como si otro año de labores, uno más, hubiera finalizado. No obstante, la realidad les hará experimentar sensaciones nuevas, un sonido distinto del repicar cotidiano. Oirán el trinar de las aves y percibirán el perfume de la vida; este octubre será para ustedes el punto de partida, de una nueva jornada.

Sentirán muchos sentimientos y emociones encontradas pero también alegría porque lograron una meta un objetivo, van hacia adelante, pueden disfrutar y hacer lo que nunca pudieron porque siempre tenían un horario lleno, pocos momentos para convivir con la familia y los amigos. Por las prisas no le dieron mucha atención a sus personas, ahora tienen su plan de vida y pueden programar con libertad su espacio y su tiempo.
Cumplieron un papel esencial para dar respuesta a los cambiantes escenarios nacional e internacional y asumieron con decisión los procesos de modernización para estar a tono con los tiempos.

Agradecemos su dedicación continua a un servicio público fundamental muchas veces incomprendido,  pero fundamental para alcanzar el bienestar de la sociedad, la defensa de la soberanía nacional, en todas sus formas y la cooperación y entendimiento entre las naciones.

Desde jóvenes demostraron mística y dedicación, nunca se quejaron de las largas jornadas de trabajo de una carrera hermosa pero no menos demandante, todo el tiempo ofrecieron su mejor sonrisa pues sabían que lo que estaban haciendo era importante para los demás. Ni los vientos huracanados lograron doblegar sus valores, principios.

Nadie se la merece más que ustedes. Finalmente nos damos cuenta que lo más importante que hay en la vida, no es el pago que podamos recibir por el trabajo que hacemos, sino la satisfacción que sentimos al observar que hemos sido útiles a la sociedad, a nuestra entrañable institución y a nuestra patria.

Gracias por ser personas honestas y trabajadoras. No se sientan tristes por dejar el puesto que tenían. Alégrense porque son afortunados de llevar consigo la riqueza espiritual, experiencia y conocimientos acumulados durante su trayectoria profesional y sobretodo, porque tienen la oportunidad de iniciar un montón de cosas nuevas.

No hay mayor placer que el que nos produce el deber cumplido. Es momento de relajarse, porque todo lo que pudieron hacer por los demás lo realizaron con creces.
La diplomacia ha sido protagonista de un giro que yo no dudo en considerar revolucionario en las últimas décadas. Ustedes acompañaron estos procesos al margen de ideologías o posturas políticas, siempre al servicio del país y sus mejores causas.
A cada uno de ustedes tenemos que agradecerles que, con su compromiso, con su dedicación e incluso con su silencio dieron soporte a la gestión internacional del Ecuador.
Los miembros del Servicio Exterior que pasan al retiro merecen el reconocimiento de los poderes públicos por una vida dedicada exclusivamente al Estado.
Pero ustedes también son parte de la historia de esta querida asociación que construimos con esfuerzo y sacrificio y se convirtió en nuestro máximo órgano de expresión y de representación ante las autoridades de la Cancillería.

Las nuevas generaciones no conocen las graves penurias que vivíamos, con un país pobre, mal pagado y con escasas prestaciones sociales.

Desde jóvenes demostraron mística y dedicación, nunca se quejaron de las largas jornadas de trabajo de una carrera hermosa pero no menos demandante, todo el tiempo ofrecieron su mejor sonrisa pues sabían que lo que estaban haciendo era importante para los demás. Ni los vientos huracanados lograron doblegar sus valores, principios.

Nadie se la merece más que ustedes. Finalmente nos damos cuenta que lo más importante que hay en la vida, no es el pago que podamos recibir por el trabajo que hacemos, sino la satisfacción que sentimos al observar que hemos sido útiles a la sociedad, a nuestra entrañable institución y a nuestra patria.

Gracias por ser personas honestas y trabajadoras. No se sientan tristes por dejar el puesto que tenían. Alégrense porque son afortunados de llevar consigo la riqueza espiritual, experiencia y conocimientos acumulados durante su trayectoria profesional y sobretodo, porque tienen la oportunidad de iniciar un montón de cosas nuevas.

No hay mayor placer que el que nos produce el deber cumplido. Es momento de relajarse, porque todo lo que pudieron hacer por los demás lo realizaron con creces.
La diplomacia ha sido protagonista de un giro que yo no dudo en considerar revolucionario en las últimas décadas. Ustedes acompañaron estos procesos al margen de ideologías o posturas políticas, siempre al servicio del país y sus mejores causas.
A cada uno de ustedes tenemos que agradecerles que, con su compromiso, con su dedicación e incluso con su silencio dieron soporte a la gestión internacional del Ecuador.
Los miembros del Servicio Exterior que pasan al retiro merecen el reconocimiento de los poderes públicos por una vida dedicada exclusivamente al Estado.
Pero ustedes también son parte de la historia de esta querida asociación que construimos con esfuerzo y sacrificio y se convirtió en nuestro máximo órgano de expresión y de representación ante las autoridades de la Cancillería.

Las nuevas generaciones no conocen las graves penurias que vivíamos, con un país pobre, mal pagado y con escasas prestaciones sociales.

Ideamos una asociación para suplir estas necesidades. Las pensiones nos condenaban a una vejez  indigna, construimos un fondo de jubilación, sin la ayuda del Estado, que supla esta deficiencia, pero un  fondo construido sobre una base solidaria con nuestro dinero, sin aportes del estado.

Establecimos un servicio de ahorro y crédito, también solidario, para obtener ese préstamo indispensable para poder instalarnos en el exterior, o para suplir la falta de sueldos, que en ocasiones llegaban a demorar hasta 6 meses.

Hoy, las nuevas generaciones asumen estos servicios como parte de una realidad, no conocieron el esfuerzo de crearlos pero están llamadas a precautelarlas para su propio bienestar y para asegurar su futuro y el presente de nuestros mayores.

La AFESE es una organización democrática, solidaria, e igualitaria, dedicada a atender las necesidades de sus miembros, que son absolutamente especiales por las características que tiene un servicio exterior. En la AFESE todos somos iguales, sin importar rango o condición dentro del servicio exterior. Nuestra asociación es un ejemplo y orgullo de la región

Ustedes nos mostraron todo esto y muchas cosas más, y es por eso que hoy queremos brindar por su jubilación. No puedo dejar de agradecer a las autoridades por su apoyo para que este derecho se pueda hacer realidad en la difícil situación económica que afronta el país.

Ahora ha llegado el momento ideal para que se dediquen a las cosas que siempre les gusto hacer. Van a pasar muy bien, pues ya son dueños de su propio tiempo, ¡muchas felicidades nuestro homenaje en nombre de toda la familia de la AFESE y no dejen de visitar esta casa que es parte de sus sueños hechos realidad

Los compañeros que se acogen al servicio pasivo son:

Luis Camilo Altamirano Bermúdez
Magdalena Alvear Cruz Susana
Nelly del Rosario Armijos Aguila
Celeste Cordero Celi Clara
Franklin Gustavo Chávez Pareja
Martha Cecilia Del Pozo Moncayo
María de Lourdes Encalada Montalvo
Patricio Alfonso López Araujo
Ángel Plutarco Naranjo Gallegos
Nelly Mercedes Navarrete Torres
María Dolores Quiroz Heinert
Guadalupe Ríos Bayas María
Fanny María del Rosario Santamaría Robles
Benjamín Franklin Villacís Schettini